Está demostrado que el uso prolongado del chupete interfiere en el crecimiento y desarrollo de las estructuras bucales de los bebés.
¿A qué se debe los efectos del chupete?
La posición en reposo de la lengua es pegada al paladar. Gracias a ese estímulo, el paladar se desarrolla a lo ancho. Cuando se introduce la tetina del chupete en la boca, se altera la posición de la lengua y esta queda baja a nivel de los dientes de la mandíbula, por lo que el paladar no recibe la presión suficiente para su crecimiento transversal (a lo ancho) y, con el uso prolongado, se comprime (se estrecha), creando una mordida cruzada posterior. Además, el chupete hace que los incisivos superiores e inferiores no contacten entre sí, creándose un espacio entre ellos al cerrar. A esto le llamamos mordida abierta anterior.
Siempre explico a los padres que los dientes han de encajar entre sí como una “caja de zapatos”, es decir, los dientes superiores son la “tapa” y han de morder por fuera de los dientes inferiores, tanto por delante como por detrás (fig. 1). En caso contrario, se crea una maloclusión que afecta al desarrollo de los dientes y los maxilares (fig. 2)
Por todo esto, se recomienda la retirada del chupete antes de los 2 años. (link al artículo “¿Cómo retirar el chupete?) Si se retira a tiempo, evitaremos que se instaure la maloclusión y, en caso de que ya la padezca, es probable que se solucione por sí sola, sin necesidad de realizar tratamientos correctivos en el dentista.
El problema surge cuando se prolonga su uso después de los 2 años y sobretodo, cuando el tiempo de uso diario es muy largo. La maloclusión que se crea no solo interfiere en el desarrollo bucal, también afecta a la posición de la lengua al tragar, al habla (dificultando la pronunciación de algunos fonemas) y a la alimentación pues se pierde la capacidad de cortar los alimentos utilizando los dientes anteriores, afectando a la calidad de vida de los niños.
Mi recomendación:
– No adaptes el tamaño del chupete a la edad. Utiliza siempre el más pequeño, de 0-6 meses (link al artículo “Chupetes: ¿cuál es el más indicado?). De esta manera la tetina será más pequeña y afectará menos a su desarrollo bucal.
– Disminuye progresivamente el uso del chupete. A menos horas de uso, menos efecto sobre las maloclusiones.
– Utilizar el chupetero lo menos posible, así evitaremos el poder de “barra libre”, es decir, que se acostumbren a ponerlo siempre que lo vean. Además si el chupetero es muy pesado, el bebé tendrá que incrementar la intensidad de succión para mantener el chupete en la boca. Los chupeteros mejor ligeros y de tela.
– Durante las horas de sueño, retira el chupete de su boca una vez se haya dormido.
– Hacer revisiones periódicas en el dentista para detectar y tratar a tiempo cualquier alteración. Recuerda: la primera revisión nunca más tarde del primer año de vida.
– Y la más importante, retira definitivamente el chupete antes de los 2 años de edad 🙂 (link al artículo “¿Cómo retirar el chupete?)
Dra. Lissette Meriño Marín
@ortodonciasevilla